(Invierno tokiota 03)
Una de las cosas que más me gusta en el mundo es saber dónde estoy, qué hago y dónde voy, algo parecido a lo que los romanos resolvían con su latinajo “Gnoscete ipsum”. Mire usted, me inquieta mucho viajar y no saber dónde entro ni qué pie piso. Comprenderá que no vaya a ver esos sitios que usted curiosea porque me puedo confundir pensando que entro en una tienda de cómics Sigue leyendo